Rosana G. Alonso
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El Museo de Arte Contemporáneo de Chicago dedica una exposición a la colombiana Doris Salcedo, una artista fundamental para entender, desde lo poético, los conflictos a los que se enfrenta la actualidad

Doris Salcedo | StyleFeelFree
Obra de © Doris Salcedo, Untitled, 2003. Proyecto público efímero para la 8ª Bienal de Estambul, 2003. Foto: Sergio Clavijo. Cortesía de la artista, Alexander & Bonin y White Cube | StyleFeelFree

Doris Salcedo (Bogotá, 1958) posiblemente sea una de las artistas más significativas de la actualidad por su delicadeza al tratar temas peliagudos de su Colombia natal, incluyendo su larga historia de conflictos civiles, que revelan su compromiso con la cuestión de cómo el arte puede enfrentar la violencia política en el mundo moderno. En un momento en el que Colombia parece tener una voz más enérgica en el arte —recordemos que la feria de ARCO 2015 ha elegido a este país hispanoamericano como invitado— el MCA (Museo de Arte Contemporáneo de Chicago) presenta la primera retrospectiva de esta escultora artífice de un lenguaje cincelado de sensibilidad poética y creado a través de ausencias, elementos estos que son los que consiguen mantener un equilibrio que, sin embargo, no sobrepasa la seriedad de los temas que aborda. Aquí radica su magnificencia. No es otra que la que encarna el paradigma del artista contemporáneo, consiguiendo mantener ese contrapeso que Salcedo conjuga invitándonos a participar de esos binomios fuerza-fragilidad, efímero-duradero que soportan sus esculturas e instalaciones, como su Untitled, encargada para la 8ª Bienal de Estambul (2003) y compuesta de unas 1550 sillas apiladas entre dos edificios en un terreno baldío. Sugestiva, poética y política a un mismo tiempo.

La muestra co-comisariada por la propia artista junto con la directora Pritzker del MCA, Madeleine Grynsztejn, y la curadora del museo Julie Rodrigues Widholm, reúne obras de los principales trabajos de Salcedo en sus 30 años de carrera y cuenta también con la presencia de su obra debut en los EEUU, Plegaria Muda  [instalación creada entre 2008-2010 en la que se pueden ver mesas invertidas, una encima de otra, con briznas de hierba creciendo a través de agujeros en su superficie que recrean la espiral de violencia mimética que subyace tras los conflictos fratricidas]. Además de esta obra, otros trabajos se estrenan en el museo. Tal es el caso de Disremembered  (2014), una túnica como escultura que está cosida enteramente de seda salvaje con hilos conectados a través de cerca de 12.000 agujas. Para abrir el recorrido, una selección de las primeras obras de la colombiana hechas de muebles encontrados en hospitales y pilas de camisas blancas de algodón atravesadas por barras de acero, dispuestos in situ por la artista. Otras instalaciones que destacan son La Casa Viuda (1993-1995), un grupo de esculturas que abordan las experiencias de las viudas desplazadas, compuestas principalmente de puertas que se encontraron lejos de sus cimientos arquitectónicos; Unland (1995-1998), serie de tres obras combinadas de diferentes mesas aparentemente cosidas y unidas con pelo humano y seda salvaje; Atrabiliarios (1992-2004), que envuelve zapatos abandonados dentro de las paredes de la galería, detrás de una superficie translúcida que se ha cosido a la pared o A Flor de Piel (2014), una enorme manta como sudario de más de 12 metros, realizada totalmente de pétalos de rosa suturados juntos a mano que adorna el suelo de la galería.

Obras, todas ellas, con las que Salcedo insiste en rememorar el pasado perdido y transformar las ausencias fantasmales, en palpables. La pérdida, no sólo la individual, sino también la derivada de la opresión sistémica, se plantea como método para que el espectador resista al olvido, no sólo para que cargue con el peso de preguntas que le hagan recordar. Para conseguir esto, Doris Salcedo, establece un riguroso trabajo de campo que incluye testimonios de las víctimas que han sufrido pérdidas y traumas debido a la guerra y otras circunstancias injustas. Así, sus trabajos sugieren vías para un duelo colectivo que, en palabras de la artista, «intenta devolver la forma, el sentido y el significado que la violencia se llevó de sus víctimas». Estos aspectos se materializan a través de materiales de uso cotidiano, tales como muebles, ropa y otros objetos domésticos que narran un método poético y tenaz. Madeleine Grynsztejn considera que este proceder se percibe manifiestamente en la muestra. «La exposición representa el mismo espíritu persistente que emana de las obras individuales de Salcedo: una presencia que es a la vez sublime y firmemente asentada en la experiencia de la vida cotidiana»  concluye.
 
Plegaria Muda | StyleFeelFree

Obra de © Doris Salcedo, Plegaria Muda, 2008-10. Vista de instalación, CAM-Fundación Calouste Gulbenkian, Lisboa, 2011. Inhotim Collection, Brazil. Foto: Patrizia Tocci | StyleFeelFree

Doris Salcedo | StyleFeelFree

Obra de © Doris Salcedo. Vista de instalación, estudio de Doris Salcedo, Bogotá, 2013. Foto: Oscar Monsalve Pino. Cortesía de White Cube, la propia artista, Alexander & Bonin, Nueva York | StyleFeelFree

Doris Salcedo | StyleFeelFree

Obra de © D. Salcedo, Atrabiliarios, 1992-2004. Vista de instalación, San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA), 2005 | StyleFeelFree

 

DATOS DE INTERÉS
Título: retrospectiva de Doris Salcedo
Artista: Doris Salcedo
Comisariado: Doris Salcedo, Madeleine Grynsztejn, Julie Rodrigues Widholm
Lugar: MCA (Museo de Arte Contemporáneo de Chicago)
Fechas: 21 de Febrero de 2015 – 24 de Mayo de 2015
Itinerancias: La exposición viaja al Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York (26 junio hasta 14 octubre, 2015) y al Museo de Arte de Miami (6 mayo-23 octubre 2016).
Otros datos de interés: El Fondo Nacional de las Artes galardonó al MCA con una subvención de $ 40,000 concedida por la exposición Doris Salcedo, como parte de sus subvenciones a «Art Works» que apoyan la creación de arte que cumpla con los más altos estándares de excelencia.