Rosana G. Alonso
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El recorrido propuesto por el Museo Reina Sofía en ‘El tiempo y las cosas. La casa-estudio de Hanne Darboven’ deja constancia del trabajo de Hanne Darboven, mientras propone un diálogo con el espacio vital de la artista

Hanne Darboven | Reina Sofía | Stylefeelfree
Vista del interior del estudio de Hanne Darboven | Cortesía: Hanne Darboven Foundation, Hamburgo | Foto: © Felix Krebs

El Reina Sofía (MNCARS) inaugura la nueva exposición dedicada a la artista alemana Hanne Darboven, El tiempo y las cosas. La casa-estudio de Hanne Darboven  un singular recorrido que hace hincapié no sólo en el trabajo de la artista sino también en el diálogo que este establece con su espacio vital, es decir, su entorno, la casa-estudio y sus cosas, que no son más que sus fetiches, recuerdos, regalos y un sinfín de objetos que pueblan un espacio real que proviene de otro imaginario, el de la propia artista. Como Manuel Borja-Villel, director del museo, apuntó en la presentación, esto representa una forma de ir contracorriente a la práctica museística que suele descontextualizar las obras de su contexto histórico más inmediato para transformarlo en un objeto de autoreferencia. Aquí, por el contrario, entramos en un espacio privado, la casa-taller, para entender el público, la obra. Aparentemente dos ámbitos enfrentados porque mientras el trabajo de esta artista está relacionado con el minimalismo o el conceptualismo, su espacio de trabajo parece contrapuesto a esta tendencia porque es barroco por la carga extenuante de objetos que abarrotan mesas de estudio que son una especie de museo de los horrores o de gabinete de maravillas. Pero al mismo tiempo, se establece entre los dos ámbitos un punto de encuentro en el sentido de que su obra también es repetitiva y obedece a un afán de retener el tiempo, el espacio, las cosas. En palabras de Joao Fernandes, comisario de la exposición, cede a “una naturaleza obsesiva de construcción del tiempo como algo que va más allá de la simple expresión de la serie o la disposición del orden numérico”.

Si bien, la sensación final es de pérdida, de vacío, a pesar de que todo está repleto. Un recorrido interesante que manifiesta un punto de vista nuevo que sorprende porque está habitado por relatos en diferentes formatos que apelan directamente a todos nuestros sentidos.

—La exposición El tiempo y las cosas. La casa-estudio de Hanne Darboven  podrá verse en el MNCARS (Madrid) hasta el 1 de septiembre—

 

Hanne Darboven | Reina Sofía | Stylefeelfree

Vista de la exposición La casa-estudio de Hanne Darboven. Archivo fotográfico del MNCARS | StyleFeelFree

Exposición El tiempo y las cosas | Reina Sofía | Stylefeelfree

Vista de la exposición La casa-estudio de H. Darboven. Archivo fotográfico del MNCARS | StyleFeelFree

Exposición El tiempo y las cosas | Reina Sofía | Stylefeelfree

Vista de la exposición La casa-estudio de H. Darboven. Archivo fotográfico del MNCARS | StyleFeelFree