Rosana G. Alonso
Últimas entradas de Rosana G. Alonso (ver todo)

En la muestra ‘Alice Neel: las personas primero’, que desembarca en el Guggenheim de Bilbao, nos sumergimos en una obra de intenciones realizada desde la conciencia de ser y estar

Alice Neel en el Guggenheim de Bilbao | StyleFeelFree
Obra: Julie embarazada y Algis, 1967 de Alice Neel | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

La trayectoria de Alice Neel (1900 –1984. EEUU) que ahora puede verse en el Guggenheim de Bilbao en la exposición Alice Neel: las personas primero, tras su paso por el Met de Nueva York, compone un relato extraordinario. El legado de la artista aúna registro artístico y vital. Esto es, más allá de la mera pintura advertimos un relato histórico que es intrahistoria. Así, su obra sirve como registro de la vida política de Nueva York y de sus acontecimientos. Puesto que es un documento de época que conlleva una denuncia intrínseca al sistema que deja en situación de desamparo, especialmente, a las mujeres. En palabras de Juan Ignacio Vidarte, Director del Museo Guggenheim de Bilbao, la carrera de Neel “no es solo la constatación de un gran talento artístico, sino un testimonio de valentía, perseverancia y voluntad, de una creadora que, sin duda, es una de las mejores retratistas del siglo XX”.

No obstante, aunque su faceta de retratista es la más conocida, en este recorrido sorprenden sus obras de paisaje urbano que pinta a través de su ventana, algunas, con tintes surrealistas. Asimismo, en sus naturalezas muertas se descubre una luminosidad que cambia el concepto de still life, también por la carga satírica que pueden llegar a tener estas piezas como se observa en Acción de Gracias. La muestra que propone el Guggenheim en colaboración con el Metropolitan y el Museo de Bellas Artes de San Francisco abarca toda la producción de Alice Neel. Compuesta por cerca de un centenar de pinturas, dibujos y acuarelas, aunque se evidencia un cierto eclecticismo en la técnica, es un elocuente repertorio que visibiliza las luchas emocionales y físicas de las mujeres, que documenta escenas de pérdida y sufrimiento, que pone en primer plano la maternidad y la sexualidad, con una naturalidad asombrosa.

Alice Neel en el Guggenheim de Bilbao | StyleFeelFree
Obra: Cristal tallado con fruta, 1952 de Alice Neel |Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

Ante todo, ser artista

Pero si algo es fundamental en Alice Neel, más allá de temáticas y estilos, es su compromiso político. No es que se considerase feminista, ni siquiera comunista, aunque fue investigada por ello. No precisamente. Así nos lo hace ver Lucía Agirre, comisaria de esta exposición. “Ella no era feminista. Simplemente hablaba de la situación de los más desfavorecidos y dentro de estos desfavorecidos estaban las mujeres pobres y las mujeres como ella”, destaca. Lo que realmente le interesaba a Neel era ser tenida en cuenta, ante todo, como una artista. “A Alice Neel no le gustaba mucho que se dijera que era una mujer artista. Le gustaba que se dijera que era una artista” sostiene Agirre.

Aunque no podemos evitar posicionarnos desde nuestra mirada presente, y tampoco podemos evitar fijarnos en un arte contemporáneo que ahora vuelve a la figuración, en muchos casos, su importancia radica en su invocación a una Comedia Humana balzaciana que mira lo humano desde una franqueza implacable y una aguda empatía. Por otra parte, cabe constatar que a pesar de haber vendido muy poca obra en vida, y haber sido apenas expuesta, salvo en círculos muy concretos, fue un modelo para el movimiento feminista de los años setenta. Así lo manifiesta Lucía al explicar que “con la llegada de los movimientos feministas, estos necesitaban modelos y ella era un referente a seguir. No tiene tampoco ningún inconveniente en que la conviertan en modelo porque esto le supone que puede ser expuesta, que su arte puede ser reconocido”.

Artista por derecho

Alice Neel en el Guggenheim de Bilbao | StyleFeelFree
Obra: Recluta negro (James Hunter), 1965 de Alice Neel | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

Hay que considerar también que desde hace pocos años los museos empiezan a revindicar nombres de mujeres creadoras que hasta ahora no figuraban en la historia del arte. O en todo caso, figuraban en letra pequeña, como consortes, o como adyacentes que complementaban a los hasta ahora grandes nombres del arte. Todos ellos dioses de un Olimpo patriarcal que no se esperaba una presencia femenina que, justo ahora, empieza a aclarar una historia del arte que se mostraba incompleta. Lo que ocurre es que había una deuda con las pocas mujeres artistas que se atrevieron a pintar, lo que entrañaba un acto heroico. “Hay gente que piensa que como ahora hay que hacer exposiciones de mujeres hemos hecho a Alice Neel y que no lo merece. Se merece esto y mucho más”, sostiene contundente Lucía Agirre, que además de comisaria de esta exploración por la obra de Alice Neel, es curator del Guggenheim de Bilbao.

Y para prueba del mérito de Alice Neel basta solo una pieza maestra. Entre todo el paisaje artístico que muestra el Guggenheim sobresale, quizás, Recluta negro. Es una obra de 1965 que presenta a un joven soldado, James Hunter, antes de partir para la Guerra de Vietnam. En este año, Lyndon B. Johnson se decidió a aumentar significativamente las fuerzas terrestres en Vietnam del Sur y Hunter acabaría siendo una víctima de esta decisión. Al reparar en que su modelo no volvería para la segunda sesión concertada, la artista, en un admirable gesto, dejaría su pieza concluida. La mera delineación de su cuerpo y su semblante coloreado es un firme compromiso antibelicista. En realidad, todo en Alice Neel ofrece múltiples lecturas. Su posicionamiento es contundente. Lo humano, como ella misma argumentaría en 1950, es esencial. “Para mí, las personas son lo primero. He tratado de afirmar la dignidad y la importancia eterna del ser humano”. Una declaración que dilucida todo su trabajo.
 

DATOS DE INTERÉS
Título: Alice Neel: las personas primero
Artista: Alice Neel
Comisariado: Lucía Agirre
Organización: Metropolitan Museum of Art en colaboración con el Museo Guggenheim de Bilbao y The Fine Arts Museums of San Francisco
Lugar: Museo Guggenheim (Bilbao)
Fechas: del 17 de septiembre de 2021 al 6 de febrero de 2022
Horarios y tarifas: consultar