Rosana G. Alonso
Últimas entradas de Rosana G. Alonso (ver todo)

La exposición ‘Black Light’, en CentroCentro, recoge el legado de Margaret Watkins, una fotógrafa olvidada que anticipó las grandes revoluciones estéticas que le sucedieron

Margaret Watkins | CentroCentro | StyleFeelFree
Fotografía de Margaret Watkins | PhotoEspaña en CentroCentor | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

Si hay un nombre clave en la fotografía de la primera mitad del siglo XX es Margaret Watkins (Hamilton, Canadá 1884 – Glasgow, Reino Unido 1969). Sin embargo, su nombre permaneció en el olvido durante mucho tiempo, a pesar de anticipar las grandes revoluciones estéticas y conceptuales de la fotografía. Para homenajearla, CentroCentro le dedica Black Light, una retrospectiva que la descubre en toda su plenitud, como una mujer que si en lo profesional fue avanzada, en lo personal rechazó la tradición y los roles de género asignados a las mujeres. Lo que recoge el centro de arte es un recorrido cronológico que sigue sus 25 años de trayectoria, entre 1914 y 1939. Un periodo que Anne Morin, comisaria de la exposición, considera muy fructífero ya que “en tan poco tiempo logra asentar una escritura fotográfica adelantándose a su tiempo y sin figura tutelar masculina que pudiera sacarla a flote”.

Estructurada en cinco bloques, la muestra recorre varios periodos fundamentales en el desarrollo de Margaret Watkins. Así, mientras la primera parte de esta exposición aborda la génesis de su obra, la segunda recoge sus retratos, un género que comenzó a desarrollar desde que comenzase a trabajar como asistente de Alice Boughton. A partir de aquí, su lenguaje visual se afianza y los preceptos estéticos que desarrollará después empiezan a ser visibles. Según constata Anne Morin, algunas de las claves de su producción se orientan hacia el estudio de la armonía, la luz y la sombra, muy propias de las artes japonesas. Vinculada a esta búsqueda del equilibrio, Morin destaca un fuerte sentido sinestésico. Hay que tener en cuenta que, además, Margaret Watkins tenía formación musical y que la sinestesia “era algo de lo que se estaba hablando ya desde el siglo XIX en Europa”.

Auge y declive

Siguiendo el rastro de su arte nos situamos ahora en el periodo de 1915 hasta 1928, cuando Watkins se convierte en una fotógrafa independiente. Es una etapa en la que comienza a hacer encargos publicitarios para revistas de gran tirada como The New Yorker o Vogue, y empresas como los grandes almacenes Macy’s. Un periodo en el que su trayectoria experimenta un ascenso fulgurante, vaticinando una estética vanguardista del diseño gráfico que ya se había extendido por toda Europa. Su trabajo adquiere visibilidad y notoriedad, siendo asimismo objeto de numerosas exposiciones colectivas e individuales. La más importante de ellas, celebrada en el Art Center de Nueva York, en 1923.

El declive en su carrera llegaría en 1925 tras la repentina muerte de White que había sido su mentor. Motivado por asuntos personales, en 1928 pone rumbo a Europa donde se quedará para cuidar de sus tías en Glasgow. Sigue fotografiando y da un giro a su arte visitando ciudades de Europa y Rusia a principios de la década de 1930. Pero algunas de las fotografías más impactantes y vanguardistas son las que marcan su última etapa. Toma imágenes de los astilleros de Glasgow “en un momento en el que el mundo industrial se convierte en un mundo estético”, explica Morin. De ahí pasa a los fotomontajes, piezas que propondría como estampados a la industria textil, para poder sufragar sus gastos. Estos trabajos, según la comisaria, cierran un bucle en su experiencia vital ya que su familia materna estaba ligada a la fabricación de tejidos.

Por otra parte, Anne Morin también reconoce en estos fotomontajes una aproximación al lenguaje cinematográfico. “Este tipo de fotomontajes son fascinantes porque nos sitúan en el umbral de una tipología cinematográfica”, asegura. Y añade, “estoy convencida de que si Watkins siguiese trabajando, probablemente se hubiese interesado por el cine”. No sabemos con certeza qué hubiese hecho de haber continuado su trayectoria. Pero si hay algo que no podemos negar es que hoy es un modelo a seguir, tanto en su trayectoria vital como artística. Una mujer que fue abriéndose paso y creando todo un mundo de posibilidades, sin necesidad de muletas en las que apoyarse. Tanto su vida como su obra, ahora a la luz, ponen de relieve el trabajo de muchas mujeres en la sombra.
 

Margaret Watkins | Fotografía | StyleFeelFree

Anuncio de jabón facial Woodbury, Nueva York 1924 de M. Watkins | PhotoEspaña en CentroCentro | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

Margaret Watkins | Fotografía | StyleFeelFree

Sin título (Grúa Finnieston desde la orilla opuesta) Glasgow, 1932-1938 de M. Watkins | PhotoEspaña en CentroCentro | Foto: © R.Xo para StyleFeelFree

DATOS DE INTERÉS
Título: Black Light
Artista: Margaret Watkins
Comisariado: Anne Morin
Organización: PHotoESPAÑA y CentroCentro
Lugar: CentroCentro. Planta 5
Fechas: del 9 de junio al 26 de septiembre de 2021
Horarios y tarifas: consultar
Precio [entrada a exposición]: gratuita