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Tripas y religión son la esencia en ‘Valhalla Rising’, una película de Nicolas Winding Refn que engaña al ojo del que solo busca sangre
En el principio eran solo el hombre, la naturaleza y la violencia. Nicolas Winding Refn estrena en España Valhalla Rising, una película de 2009, elaborada entre el Bronson de Tom Hardy y la aclamada Drive de Ryan Gosling. Esta vez nos pone de protagonista a Mads Mikkelsen en el papel de One Eye, un guerrero que derrocha odio desde lo más profundo de su alma. Además, el personaje, dará qué pensar a los espectadores que vayan buscando únicamente una conducta sangrienta. One Eye es frío. Y Valhalla Rising es rara, densa y dura en su conjunto. Es un cine que se adentra en el mundo vikingo, y que muestra su naturaleza oscura y solitaria, repleta de valores. Nos habla de religión, de fe, y de sacrificio.
En el siglo X de la Edad Media, un esclavo vikingo llamado One Eye escapa de sus amos a los que asesina sin piedad. Después, emprende un viaje en barco con un niño, así como con el resto de la tripulación. Tanto en el trayecto como en su llegada, el filme tiene el objetivo de mostrarnos el tipo de fe de cada personaje. La mayoría de los vikingos son cristianos, o al menos lo intentan. Sin embargo, One Eye permanece callado, sin decir palabra. En el transcurso, vamos viendo que a pesar de ser muy agresivo, también es noble. Y que sus actos tienen coherencia. No como los del resto de hombres, que aunque siempre defienden a Dios y su fe, tienen como única motivación la obtención de futuras riquezas y mujeres.
Valhalla Rising, con su ritmo lento y sosegado, posee la virtud de desesperar al espectador, pero es que, también tiene esta intención. Sentir lo que los propios personajes padecen puede ser una experiencia cinematográfica. Y es que ante la nada, ante la ausencia de Dios, estos hombres llegan a volverse locos y paranoicos. El trayecto en barco, muy similar al de Apocalypse Now de Coppola, es el giro principal de la película. Y nos prepara y nos indica calma. Nos cambia el tono. La historia no va sobre un vikingo que mata a muchos y destripa gente. La historia es una reflexión de culturas. El contexto no es narrado al azar.
Quizás se peca, indirectamente, de intentar mostrar de forma encarecida la soledad religiosa de los vikingos. Tal y como parece, Nicolas Winding Refn señala a una cultura que vive lejos en las montañas, muy arriba y muy cerca de Dios, pero que por decisión ajena decide rendir culto al cristianismo. Los secundarios, siempre ajenos a One Eye, si bien buscan la tierra prometida y nuevos valores, da la impresión de que lo hacen porque han olvidado los suyos. One Eye es el ejemplo de cultura vikinga. Serio, agresivo, noble y mortal. Pero no malo, ni cruel. Más bien justo y respetuoso, parece ser el ideal del director para mostrarnos su vieja cultura, su ‘¡Mira, vengo de esto!’. Valhalla Rising es una película elegante, pero sangrienta y difícil, que habla de cómo un hombre agresivo y amoral se gana el cielo. Literal.