Current Joys. Catarsis a fuego lento 

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Current Joys continúa expandiendo los confines de su particular sonido cinematográfico en ‘Voyager’, su séptimo álbum

Tres años después de la publicación de A Different Age, las noticias de un nuevo disco de Current Joys llegaban por sorpresa. Tras firmar con el sello Secretly Canadian, Nick Rattigan (Nevada, Estados Unidos. 1992) —quien encabeza este proyecto musical en solitario— presenta ahora su séptima entrega. Voyager es sin duda un álbum al que categorizar de maduro y que marca un punto de inflexión en la discografía del artista. Se acabaron los días de producir y grabar desde casa, y Rattigan se aventura en el mundo del estudio profesional. Una decisión que le ha dado al músico vía libre para crecer más allá de las fronteras del lo-fi. El viaje que comenzó en 2013 tanto con Current Joys como con Surf Curse, su banda junto a Jacob Rubeck, inicia una nueva etapa. Su nuevo horizonte: la conquista de la dimensión orquestal.

En Voyager, el cine vuelve a adquirir un papel importante dentro del imaginario del artista. Ya ocurría así en Heaven Surrounds You, el último disco de Surf Curse, cuya setlist homenajeaba a los filmes de culto favoritos del dúo. En este caso, el cine no se manifiesta tanto a través de referencias concretas, sino en la manera en la que ambas artes se encuentran. El componente espiritual del medio cinematográfico, la mayor inspiración para Rattigan, trasladado al medio musical. Con cada canción, el músico avanza por un sendero en el que la angustia post-adolescente propia de sus grabaciones tempranas se tiñe de nuevos matices.

Dancer in the Dark y American Honey introducen el LP con tonos suaves, pronto interrumpidos por la intensa percusión de Naked. El aura melancólica y etérea que el álbum promete inicialmente parece transformarse progresivamente en dolor y desesperación, pero la luz de los instrumentos lo evita. También contribuye a ello el acompañamiento vocal femenino de temas como Rebecca o Something Real. Por otra parte, no se percibe la misma impaciencia en Rattigan a la hora de componer de la que, visto en perspectiva, solía pecar anteriormente. Money Making Machine es probablemente la canción que más suene a Current Joys, y aún así la evolución del proyecto es más que evidente. A veces la baja fidelidad y la estética musical de ciertos subgéneros pueden inducir a engaño. Menor calidad de sonido no siempre significa mayor evocación de nostalgia o ausencia, y Nick Rattigan lo ha demostrado con este álbum.