Rosana G. Alonso
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Después de Gloria, Sebastián Lelio vuelve a incidir en un cine social, de urgencia femenina, que en ‘Una mujer fantástica’, se proyecta hacia lo caleidoscópico

Una mujer fantástica | StyleFeelFree
Fotograma de Una mujer fantástica | StyleFeelFree
SINOPSIS
Marina es una joven transexual que mantiene una historia romántica con Orlando, 20 años mayor que ella. Su día a día transcurre con placidez. Trabaja de camarera en un restaurante y al mismo tiempo, se dedica a su mayor pasión, cantar. Sin embargo, un grave contratiempo interfiere en su trayectoria vital obligándole a tener que dar más explicaciones sobre su identidad y vida personal, de las que hubiese preferido dar. Es entonces cuando su fortaleza sale a relucir, demostrando que es una mujer fantástica que es capaz de hacer frente a las sorpresas que le tenga deparado el destino

Anteriormente a Una mujer fantástica, Sebastián Lelio, con Gloria (2013), dejó patente su capacidad de modular retratos de mujeres contemporáneas, como pocos directores han sido capaces de asumir. Con una aproximación naturalista, Gloria se acercó a un cine social de urgencia femenina que enfoca la realidad evitando cualquier tipo de máscara, y construyendo de paso uno de los personajes femeninos [antiversión de los masculinos de Sorrentino] más fascinantes de lo que llevamos de siglo. Gloria resultó ser un canto a la libertad, una película de aprendizaje, de coraje y de superación que enfrenta la realidad de muchas mujeres que bien pudieran verse retratadas en su espléndido personaje, una mujer que en sus cincuenta, y tras su fracaso matrimonial, busca su camino en una nueva etapa que comienza inmersa en una soledad penetrante, que es capaz de superar.

El nuevo retrato femenino proyectado por el cineasta chileno en Una mujer fantástica, no podía sino continuar el mapa que emprendió con Gloria. Ahora, Marina Vidal, personaje interpretado con una rotundidad y arrojo asombrosos por Daniela Vega, toma el relevo a Gloria sin titubear ni un solo momento. Pero además, enfrentando otros géneros que salen del canon para cuestionar las identidades. Daniela, como Gloria, tiene que enfrentarse a la soledad. Y además, a la tragedia y la no aceptación. Su entereza y determinación por salir adelante, son un ejemplo que contagia e ilumina al espectador ya que le traslada una empatía difícil de encontrar en los femeninos cinematográficos, si bien es un personaje que escapa de una categorización de género. La clave para situar a Marina con acierto, además de que el vestuario es idóneo para acentuar dualidades, es que en esta ocasión el realizador chileno añade notas de color a todo la propuesta, que contribuyen a exaltar la belleza; que contrasta con el colorido más tibio de su proyecto anterior, salvo en los temas musicales que encabezaron el argumento. Aquí la música vuelve a ser parte de la propia historia, pero está intrínseca a su protagonista, no es una fuerza exterior que lo guía.

En Una mujer fantástica Marina canta pero también boxea, y de ahí parece sacar el coraje necesario para seguir adelante, en una cinta luminosa que sin escaparse de ese social que últimamente está dando sus mejores frutos en el cine de Europa del este con el cine rumano liderando el panorama, lo sitúa como fortificación para hacer creíble una historia que en su epicentro, tiene la luz cromática de las mujeres de Pedro Almodóvar y la textura argumental de François Ozon. En esta nueva incursión, Lelio pudiera haber encontrado nuevas formas de abordar sus proyectos desde una latinidad envolvente que a veces [le ha pasado en ocasiones a Almodóvar] se pierde en las formas. Por eso, prefiero pensar que el fabuloso personaje que es Marina Vidal necesitaba una proyección caleidoscópica que justifica el ímpetu de algunas escenas que se escapan de lo real, para entrar en el terreno de un ficticio que en algunos momentos se pierde en encrucijadas. Y sin embargo, es la seña inconfundible de un filme que aguanta la respiración en el ritmo acelerado de los hechos. Lo importante de todo es que Una mujer fantástica, como señala el título, vuelve a mostrarnos, como ocurrió en Gloria, que el cine tiene la obligación de liberar al espectador de prejuicios y estereotipos, mostrando a las mujeres reales. Marina lo es.

 

Tráiler de Una mujer fantástica | StyleFeelFree Youtube

FICHA TÉCNICA
Título original: Una mujer fantástica
Duración: 104 minutos
Dirección: Sebastián Lelio
Guion: Sebastián Lelio y Gonzalo Maza
Fotografía: Benjamín Echazarreta
Director de producción: Eduardo Castro
Dirección artística: Estefanía Larraín
Vestuario: Muriel Parra
Música / banda sonora: Matthew Herbert
Montaje: Soledad Salfate
Reparto: Daniela Vega, Francisco Reyes, Luis Gnecco, Aline Küppenheim, Nicolás Saavedra, Amparo Noguera
Fecha de estreno España: 12 de octubre de 2017
FESTIVALES Y PREMIOS
Nominaciones:
Globos de Oro (2018): Nominada a Mejor Película extranjera
Festival Internacional de Melbourne (2017): Nominada a Mejor Narrativa
65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián (2017): Nominada al Premio Horizontes y a Mejor Película
Premios:
Premios Oscar (2018): Premio a Mejor Película de habla no inglesa
Film Independent Spirit Awards (2018): Premio a Mejor Película Internacional
Premios Goya (2018): Premio a Mejor Película Iberoamericana
Festival Internacional de Cine de Berlín (2017): Mención Especial del Jurado, Premio Oso de Plata a Mejor Guion, Premio Teddy a Mejor Película
65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián (2017): Premio Sebastiane Latino
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