Rosana G. Alonso
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La delirante montaña rusa de punk-rock, tensión y violencia en la que nos subimos con ‘Green Room’ no nos deja respiro hasta el final. Más allá de lo efectista, también hay espacio para la reflexión en clave de actualidad

Green Room | StyleFeelFree
Fotograma de Green Room | StyleFeelFree

El incremento de extremismos provocados por la desigualdad económica no es ficción, de ahí que no sea circunstancial que el thriller de terror haya ganado adeptos, especialmente entre las generaciones más jóvenes. No es que Green Room  tenga un mensaje explícito o quiera ahondar con determinación en la actualidad para hacer un análisis meditado de esta. La película de Jeremy Saulnier es puro juego de artificios que trata de complacer a un espectador amante de los géneros de acción y terror que busca en estas películas un chute de adrenalina que precisamente le evada de la realidad más cercana. El ritmo de Green Room  está tan medido que esto está asegurado. Es una experiencia visceral que a la cadencia propia de thriller de acción se le suman la música punk y el humor. Dos elementos que coinciden cuando el grupo de punk-rock protagonista de la historia, durante un concierto en un local para neonazis, interpreta Nazi Punks fuck off. Demencial. A partir de aquí la acción ya está justificada para que el caos y el suspense atrapen al espectador que podrá sentir la precipitación que envuelve la trama. Todo parece obedecer a un plan para que los jóvenes músicos no salgan con vida de un espacio confinado y cercado por un grupo de neonazis que encuentra en la violencia su juego preferido. Una experiencia visceral que descubre en el cine de asedio  la fórmula perfecta para generar la suficiente adrenalina para que el público no se aburra. Los paralelismos entre lo que se ve en pantalla y sus correspondencias con la realidad son un capítulo aparte del mismo tomo. El cine de Green Room  se convierte en un canal que articula el ruido de fondo para explicar, sin entrar en detalles, como los intereses particulares se venden como ideologías que proliferan en sociedades completamente desarticuladas. En este sentido, el papel secundario de Patrick Stewart, como líder de un grupo de skinheads es absolutamente demostrativo de la falta de eficaces y creíbles guías que pongan rumbo a lo descarriado en el contexto social y económico. No es una cuestión baladí.
 

Tráiler de Green Room | StyleFeelFree Youtube

FICHA TÉCNICA
Título original: Green Room
Dirección: Jeremy Saulnier
Guión: Jeremy Saulnier
Fotografía: Sean Porter
Diseño de producción: Ryan Warren Smith
Vestuario: Amanda Needham
Música / banda sonora: Brooke Blair y Will Blair
Montaje: Julia Bloch
Reparto: Patrick Stewart, Anton Yelchin, Imogen Poots, Alia Shawkat, Mark Webber, Taylor Tunes, Joe Cole, Brent Werzner, October Moore, Cody Burns, Mason Knight, Eric Edelstein, Audrey Walker, Samuel Summer, Kasey Brown, Kai Lennox, Macon Blair
Fecha de estreno España: 10 de mayo de 2016
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