Isabelle Stever. La delgada línea entre lo moral e inmoral 

Aún bastante desconocida, la cineasta Isabelle Stever es una de las protagonistas del Festival de Cine de Gijón (FICX 2022) donde se podrá ver ‘Grand Jeté’, uno de los títulos más sugerentes de la sección oficial Albar

Con una trayectoria consolidada que incluye cinco largometrajes Isabelle Stever (Múnich, 1963) es aún una desconocida fuera de su país. De hecho, en España ninguno de sus trabajos se ha estrenado en las salas de cine a pesar de que han sido presentados y, en algunos casos, premiados en festivales internacionales. Parece que las historias dramáticas de la cineasta alemana no interesan mucho para su distribución. Esta circunstancia hace difícil el acceso a su filmografía. Por ello, la proyección de su último trabajo Grand Jeté, en el próximo Festival de Cine de Gijón, es importante para descubrirla. La cinta cuya premier tuvo lugar en la sección Panorama de la pasada Berlinale provocó polémica por su arriesgada temática. No obstante, las historias de Stever suelen desafiar siempre al espectador retándole a cuestionarse sus propias convicciones.

Protagonizadas por personajes femeninos los relatos de Isabelle Stever retratan a mujeres víctimas de las circunstancias que les ha tocado vivir. Unas circunstancias que las moldea y las lleva a ser como son. Sus personajes rehúyen lo convencional traspasando a veces lo moralmente establecido. Sin embargo, Stever nunca los enjuicia, en tal caso será el espectador el que lo haga. Su cine es perturbador, osado, arriesgado. La realidad llega como un puñetazo inesperado. Sus personajes frágiles, de carne y hueso, acostumbran a buscar el amor entre litros de alcohol, drogas y sexo. Estas son algunas de las señas de identidad de una filmografía que no se acomoda a fórmulas mirando de frente a la hipocresía social para cuestionarla.

La cara B del mundo en la filmografía de Isabelle Stever

Las punzantes historias de Isabelle Stever retratan a personajes engullidos por las situaciones. Las relaciones priorizan el relato. Así ocurre en Erste Ehe (Primer matrimonio), su primer largometraje. Aquí, la pareja formada por Dorit y Alex acaban de casarse y están llenos de expectativas. Sin embargo, pronto la cotidianidad llama, por sorpresa, a su puerta e intentan encararla con fiesta, alcohol y drogas. Asimismo, en Gisela (2005), al igual que en Glückliche Fügung (2010) y Grand Jeté, adaptaciones de obras de Anke Stelling, retoma el tema de las relaciones. En este caso es la monotonía de su matrimonio la que la lleva a embarcase en un triángulo amoroso. Por otro lado, en su tercer trabajo, Glückliche Fügung, la cineasta presenta a Simone, una mujer soltera que se queda embarazada tras una noche de fiesta. Si bien, por sorpresa, se reencuentra con el padre de su bebé e inician una relación.

Al mismo tiempo, en sus dos últimos trabajos Isabelle Stever va un paso más allá abordando las relaciones al plantear historias con un cariz menos convencional. Para empezar, en The Weather Inside (2015) la protagonista es una mujer independiente, hermosa y segura de sí misma que pasa Las noches de fiesta. Las grandes cantidades de alcohol, drogas y sexo parecen no pasarle factura hasta que en una de estas fiestas conoce al atractivo Alec, mucho más joven que ella. Los excesos son la tónica que envuelve una relación que acaba pasándole factura en su trabajo y poniendo en peligro su estabilidad. Para concluir este recorrido Grand Jeté también atiende a la diferencia de edad, pero en este caso formulada desde el incesto. Una atracción fatal de una madre y un hijo. Habrá que esperar a su visionado en el Festival de cine de Gijón para sacar conclusiones.
 

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