Rosana G. Alonso
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Los retos de lo femenino no acabaron de encontrar su acomodo cinematográfico en una tercera jornada, de la sección oficial del 69 SSIFF 2021, en la que se impuso ‘Crai Nou’ de Alina Grigore

Crai Nou | StyleFeelFree
Imagen de la película Crai nou de Alina Grigore | Día 3 del 69 SSIFF 2021 | StyleFeelFree

En la tercera jornada de la 69 SSIFF se trataron temas urgentes. Urgentes para acabar de situar lo femenino. Ubicar el lugar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos las mujeres. Para ello, las relaciones familiares son fundamentales, porque son el punto de partida de todo. Porque es desde ahí que se genera el entramado que forja el rol y es difícil escaparse de las lógicas internas que conforman al individuo. Tanto Du som er i himlen (As In Heaven), de Tea Lindeburg; como Crai Nou (Blue Moon), de Alina Grigore, comparten una responsabilidad común por comprender esos lugares que primero sitúan, y luego, conforman. Además, ambas asumen la violencia, aunque tratada de distintas formas, como maquinaria de represión que busca impedir la huida.

La primera de ellas, As In Heaven, que madrugó en el Teatro Victoria Eugenia, prometía mucho. Tras una entrada triunfal, que parecía anticipar un filme de metáforas y experiencias fantasmales, su monótono y forzado desarrollo frustró sus pretensiones. Si bien la idea de la que partía era original, y su trasfondo resultaba muy interesante para tener perspectiva de los contextos en los que se encontraba la mujer, a finales del siglo XIX, la película de Tea Lindeburg hizo aguas en pantalla. Con un registro estético cuidado, no obstante, las interpretaciones —sobre manera, la del personajes secundario que representa Oda Caecilie Rasmussen— no reunían la fuerza suficiente para empujar la narración. El relato se quedaba, así, en sus cimientos, sin imponerse y marcar el desarrollo de hechos cruciales e impactantes, que no consiguen transmitir lo suficiente. Se ven las intenciones, sí; pero las tácticas escuálidas e incluso en algunas circunstancias, casi grotescas, se desvanecen en su ímpetu.

Al contrario que As In Heaven, Crai Nou esquiva lo artificial para plantear encuentros naturalistas motivados por una oscilante cámara. Su interés radica en proyectar estados de ánimo y desconciertos propios de una etapa de la vida en la que se ambiciona escapar. De un entorno que asfixia y no deja ser. Anclada en una cinematografía rumana de nuevo sello, Alina Grigore contornea un personaje femenino, moldeado por Iona Chitu, que alcanza a ser convincente. Como resultado de contextos violentos muy sutiles, lucha por escapar de su familia disfuncional y, en su intento, crea una descriptiva panorámica de ansiedad posmoderna. A través de ella, recorremos un intenso viaje psicológico que nos permite entrar en su proceso vital hasta alcanzar otro de deshumanización que convoca a Rosetta de los hermanos Dardenne. El último plano que cierra la cinta tiene un propósito muy claro. La protagonista, al desdibujarse, comienza de nuevo. Arrollador desenlace que inquiere y circunda la herida.