Paneles de azulejos de un Portugal idealizado 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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En la muestra ‘De la fotografía al azulejo’ el Museo de Antropología recupera las fotografías que sirvieron de inspiración para los paneles de azulejos realizados durante la primera mitad del siglo XX en Portugal

Proveniente inicialmente del Museo Nacional de Soares dos Reis de Oporto, la exposición De la Fotografía al azulejo. Pueblo, monumentos y paisajes de Portugal ya puede contemplarse en el Museo Nacional de Antropología de Madrid después de su paso por el Museo Etnográfico Provincial de León. En el Museo de Antropología forma parte de un ciclo de actividades que responde al título de Europa, de punta a punta. A través de este programa también se puede ver, en la valla del museo, una alusión a la diversidad cultural de los Balcanes. Estas dos perspectivas de Europa, anteceden a las fotografías del asturiano Valentín Vega, que a partir del próximo diciembre, se aproximará a la sociedad de los cuarenta en Asturias donde retrató especialmente a niños de clase media y baja. Mientras tanto, Portugal. Una mirada a su distintiva azulejería, concretamente a los paneles de azulejos realizados durante la primera mitad del siglo pasado, a propuesta de José Luis Mingote Calderón, comisario de la muestra y conservador del museo de Antropología, que amablemente nos desveló para StyleFeelFree los recovecos filtrados de una investigación que inició, según cuenta, motivado por la satisfacción de adentrarse en un Portugal del que destaca la amabilidad de sus gentes; algo que hemos podido comprobar recientemente en nuestro último periplo viajero por el norte de Portugal y Aveiro, y que sucesivamente se irá descubriendo en artículos que esperamos den un poco de luz a un Portugal cercano que sigue conservando tradiciones como las que se remarcan en esta exposición que desvela la inspiración de muchos de los paneles de azulejos que generalmente, durante la primera parte del siglo XX, estaban y siguen estando al alcance del público en espacios abiertos. Este ha sido el germen que ha motivado a Mingote a ir persiguiendo afanosamente por Portugal los paneles apuntalados inicialmente en materiales impresos varios como libros, revistas y postales mayoritariamente del siglo XIX.

De la fotografía, al libro, al azulejo

El tema central de esta exposición descubre los motivos que inspiraron a los paneles de azulejos de la primera mitad del siglo XX. José Luis Mingote Calderón señala que la exposición parte de El arte y la naturaleza en Portugal  [Arte e a Naturaleza em Portugal ] de Emílio Biel y Cunha Moraes. Un libro del que junto a la revista Ilustraçao Portuguesa  [con Joshua Benoliel y otros muchos fotógrafos locales] se han extraído muchas de las imágenes que han servido de fuente de inspiración para los azulejos, sin desmerecer la enorme importancia que también tuvieron las postales como motivo de reproducción. Formatos que prueban que la fotografía, desde finales del siglo XIX, tenía gran relevancia como vehículo que se asocia a una idea de verdad al ir acompañando a noticias. Asimismo, las postales, como herramienta de difusión icónica, sirvieron para acentuar una intencionalidad suficientemente evidente en los monumentos elegidos para su propagación.

Algunas veces los azulejos de dicha época fueron una una copia fiel de la fotografía que lo motivó, aunque generalmente se modificaba la imagen original para exaltar, valorizar y revelar un Portugal que seguía reivindicando su época dorada, del siglo XVIII, en su intento de mostrar una imagen arquetípica del país, cuando Portugal, que ya se había independizado de España, tuvo un significativo repunte económico ocasionado por el florecimiento de la minería en Brasil y la exportación del vino. Para ello, generalmente, la fotografía original era sometida a un filtrado, “como si de un trabajo de Photoshop se tratase”, apunta Calderón; aunque en realidad, puntualiza, “detrás había un esmerado trabajo artesanal” llevado a cabo en muchas ocasiones por renombrados pintores en fábricas distribuidas por todo el país, con Oporto, Vila Nova de Gaia y Aveiro, como principales centros de fabricación de este tipo de azulejos, que siguen teniendo cierto auge y sobre todo, generando un gran interés. Un ejemplo significativo de la importancia reconocida a día de hoy, son los famosos paneles, muy cuidados y con gran expectación de público, en la estación de São Bento, en Oporto; o el hecho de que sean motivo de inspiración para artistas contemporáneos como puede verse actualmente en la muestra que le dedica la célebre galería Gagosian de Roma a Adriana Varejão. Paneles gloriosos que trazan un itinerario marcado por los azules y blancos representativos de un Portugal que se dibuja a sí mismo a través de sus gentes, sus paisajes y monumentos.