Ámsterdam, ciudad de bicicletas

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Aunque un poco caótica al principio, por la intrincada red de transporte, Ámsterdam es una ciudad pequeña que se puede recorrer fácilmente a pie o en bicicleta

Fácilmente abarcable, Ámsterdam es una ciudad accesible para el turista. De hecho, la capital de los Países Bajos puede cruzarse caminando sin problema. Desde la Estación Central a Vondelpark —el parque más antiguo y grande de la ciudad— solo hay veinte minutos a pie. No obstante, la ciudad dispone de una amplia oferta de transporte público que incluye 15 líneas de tranvía, 4 de metro, 43 líneas de autobuses y 6 conexiones de ferri. Ello facilita el desplazamiento a cualquiera de sus áreas.

La bicicleta, con todo, es el medio estrella. Así, alquilar una fietsen —bicicleta en danés—es una de las mejores opciones para moverse por la ciudad, ya que es el medio preferido de los autóctonos. Por otra parte, Ámsterdam posee múltiples carriles bici que la convierten en un lugar idóneo para disfrutar de este transporte ecológico. En sus calles encontrarás bicicletas de todos los tipos y colores; en ocasiones, amontonadas en grandes aparcamientos. Cualquier lugar puede ser propicio para aparcar, colaborando a conformar una sugestiva decoración urbana, que puede resultar sorprendente.

Y aquí nuestra propuesta. Para comenzar esta aventura sobre dos ruedas podemos perdernos por el centro mientras observamos la arquitectura de sus tradicionales casas estrechas. Continuamos con una visita al canal Keizersgracht en el que se sitúa el pequeño museo de fotografía Foam, que cuenta con interesantes exposiciones temporales. Desde este punto del camino, podemos iniciar nuestra ronda cultural que continuará en la Plaza de los museos (Museumplein). En este lugar se concentran tres de los museos más importantes de esta pequeña urbe, el Museo van Gogh, el Museo Nacional de Ámsterdam (Rijksmuseum) y el Museo Stedelijk de Arte Moderno y Contemporáneo.

Otra de las visitas culturales más atractivas de Ámsterdam nos hará desplazarnos a unos 40 minutos del centro al municipio de Amstelveen que alberga el Museo CoBrA de Arte Moderno, un centro cultural muy agradable para contemplar el arte moderno de este movimiento artístico. Para trasladarnos hasta aquí os recomendamos hacerlo cómodamente en tranvía, aunque los más osados pueden no bajarse de la bici y saborear un bonito paseo a lo largo del río Amstel o a través del bosque, admirando el paisaje.

Con las fuerzas renovadas, comienza un nuevo día con la visita a la zona más moderna de Ámsterdam, el área del Ámsterdam-Noord, donde la arquitectura se combina con el arte. Para llegar, tendremos que subir a alguno de los ferris gratuitos que desde la Estación Central nos acercarán al otro lado del río IJ. Ten en cuenta que puedes subir la bici contigo en el ferri y así contar con un modo cómodo de desplazamiento para descubrir este atractivo distrito. Algunos de los lugares más interesantes que puedes visitar en este barrio son el Muelle NDSM —antiguo astillero convertido en centro cultural— y el EYE Filmmuseum —el Museo de cine de Ámsterdam—. Ya para rematar, si aprecias las buenas vistas, el mirador A’Dam te ofrece las mejores de la ciudad.

Finalmente, no puedes abandonar Ámsterdam sin explorar las 9 calles —9 straatjes— parándote a husmear en alguna de sus tiendas vintage. O si la curiosidad te tienta, cruzar el barrio rojo cuando cae la noche. Otra forma de despedirnos de la ciudad pasa por hacer un recorrido en barco por sus principales canales declarados en el 2010 Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.