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En la película ‘Winter Flies’ de Olmo Omerzu, como ocurre en algunas de las películas recientes con protagonistas niños, hay una clara intención de recuperar la infancia que está empezando a desnaturalizarse
Hay algo glorioso a lo que pueden aspirar los proyectos audivisuales con protagonistas niños, conquistar cualquier espacio con el estallido de la inocencia. Peripecia que difícilmente logran alcanzar las películas con un reparto adulto, salvo en ocasiones excepcionales en las que el actor experimentado se desnuda de los atavíos propios de la edad y se presenta en su naturaleza salvaje, enloquecida por el éxtasis de vivir sin autocensuras. No obstante, tengo la sensación de que la niñez, tal cual la conocíamos, está suplantándose por una infancia que busca más la recompensa rápida que la aventura incierta. El éxito de los videojuegos y la omnipresencia de un digital aleccionador y constructor de realidades simuladas que incitan al consumo y al comportamiento seriado, es una señal muy clara de esta pérdida de una ingenuidad que lleva al autodescubrimiento.
En Winter Flies, la película del esloveno afincado en la República Checa Olmo Omerzu, como también ocurría en en The Florida Project de Sean Baker o en Goodbye Berlín de Fatih Akin, con la que comparte muchos rasgos en común, se evidencia un interés por recuperar esta niñez que empieza a malograrse. Desde la primera escena entendemos el propósito de esta cinta de recobrar el fulgor de la inocencia perdida. El filme arranca con un niño obeso, casi adolescente, jugando solo. Enfundado en un traje de camuflaje y provisto de un rifle de aire comprimido, él se ve como un adulto reglado en un sistema que le incita a verse así. No obstante, está construyendo su identidad inquebrantable en un mundo que sueña a su medida, a la medida de sueños que se esfuman en una realidad sujeta a distintas formas de autoridad. Poco después de esta presentación la road movie se pone en marcha.
La repentina intimidad del escape se torna innegociable en Winter Flies
Dos niños-adolescentes deciden cruzar la República checa, con un destino vago. Lo único importante es el sentido de aventura, entendida como expedición espontánea, y lo que conlleva. Es la única razón, la más auténtica, para sostener una narración que se interrumpe casi de forma violenta, cuando el mundo de los adultos hace mella en esta Odisea. Sin embargo, el desenlace, tan ingenuo como su propósito, sitúa a Winter Flies en el lugar al que aspira. La repentina intimidad del escape se torna entonces innegociable y la trama, por ello, no está dispuesta a sacrificar su sentido de fábula por una realidad social inherente al cine que nos llega de los países del este. Un cine que desafía la mirada y en este caso, pone de relieve detalles que se filtran para subrayar lo asombroso. En este sentido, el acontecimiento del enterramiento de la mosca moribunda entre las cenizas que resucita y recobra la vida, se convierte en un símbolo de renacimiento y de libertad compartida con otros. La infancia aspira transformarse en actitud, no quiere ser una etapa. Y desde esta mirada, no hay vuelta atrás posible.
Tráiler de Winter Flies | StyleFeelFree Youtube
Dos chicos de 12 y 14 años, Hedus y Marek, deciden embarcarse juntos en un épico viaje por carretera, a través de la República checa, en un viejo Audi robado. Por el camino irán sumándose a su aventura un perro al que rescatan de un fatal destino y una autoestopista. Aunque su futuro es impreciso, lo único que buscan es experimentar el sentido de libertad. Pero pronto el mundo de los adultos acaba por colisionar con su sueño de escapar de un presente insatisfactorio.
Título original: Všechno bude
Duración: 82 minutos
Dirección: Olmo Omerzu
Guion: Petr Pýcha
Fotografía: Lukáš Milota
Dirección artística: Antonín Šilar
Vestuario: Marjetka Kürner Kalous y Anna Maresková
Música / banda sonora: Šimon Holý, Monika Midriaková, Paweł Szamburski
Montaje: Jana Vlčková
Reparto: Tomás Mrvík, Jan Frantisek Uher, Eliska Krenková, Lenka Vlasáková, Martin Pechlát
Distribuidora en España: Splendor Films
Fecha de estreno en España: 22 de marzo de 2019
Festivales:
Toronto International Film Festival – TIFF (2018): Contemporary World Cinema
Nominaciones:
Czech Lion Awards (2019): Nominada a Mejor Actor Principal (Tomáš Mrvík), Mejor Actriz Secundaria (Eliška Křenková y Lenka Vlasáková), Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Música, Mejor Fotografía
Premios Oscar (2019): Seleccionada para representar la República Checa a Mejor Película de Habla no inglesa
Karlovy Vary International Film Festival (2018): Nominada a Mejor Película
Palm Springs International Film Festival (2019): Nominada al Premio FIPRESCI a Mejor Película Extranjera
Premios:
Czech Lion Awards (2019): Premio a Mejor Película, Mejor Director (Olmo Omerzu), Mejor Actor de Reparto (Jan Frantisek Uher), Mejor Guion (Petr Pýcha), Mejor Montaje (Jana Vlčková)
Karlovy Vary International Film Festival (2018): Premio a Mejor Director
56 Festival de Cine de Gijón (2018): Premio FIPRESCI a Mejor Película en la Sección Rellumes