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Mientras seguimos con las altas temperaturas de un verano que no acaba de irse, es un alivio descubrir que para el próximo Otoño, las tonalidades cálidas que emergen del mostaza al verde oliva, aventajan al verde militar que ha inundado la pasarela masculina
Con vestidos de aspecto monacal, de una austeridad que enaltece la confortabilidad o con conjuntos de dos piezas que siguen adoptando la falda midi con jerséis extra large de reminiscencias grunge o folk; la moda de este próximo Otoño Invierno 2016 / 2017, se avecina repleta de cromas que optan por tonalidades cálidas recogidas en una paleta que va desde el mostaza al oliva, pasando por refrescantes aguacates. Todos ellos, combinados con blancos rotos en pullovers que continúan sin despegarse de los cuellos cisne. O bien, conjuntados con otro de los tonos estrella de la temporada, el burdeos que sustituye a un rojo que marcó a fuego varias estaciones, cuando la pasarela se tiñó de un festín de color que poco a poco comienza a apagarse con la subida de gamas menos puras que reivindican los tonos de la naturaleza.
CLAVE:
Si combinas los verdes oliva o los amarillos frutales con blancos rotos, la luz que les corresponde, se proyectará en todo su esplendor
Una nueva gama de colores aceitosos y naturales que se adueña de looks vaporosos que evitan marcar y descubrir la silueta que crece con mangas extra-largas, como veíamos la pasada temporada, volviendo sobre tejidos clásicos y nobles como el terciopelo o el satén. El negro, que no acaba por convencer en países mediterráneos, después de un reinado absoluto en los noventa, deja paso a tonalidades que son fieles a los colores que tenemos asociados con un Otoño romántico de postal que imaginamos envuelto en atractivos atardeceres en los que el sol se acuesta pronto, arropado por un manto de hojas que lo envuelve.