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El diseñador Asger Juel Larsen presenta ‘Interrupt me’, una colección de moda, para la próxima temporada estival, que vuelve a situarlo como el enfant terrible de la moda danesa
La colección Interrupt me de Asger Juel Larsen para Primavera-Verano 2015 que tuvo lugar el pasado mes en Copenhague confirmó la idea de que la ley de la calle, tiene sus propios códigos y el enfant terrible de la moda danesa conoce sus algoritmos a la perfección. El negro que tanto triunfa en los países nórdicos, combinado con líneas lápiz de estética punk-gótica fueron las claves de sus propuestas.
En la moda, hay firmas que se adaptan a la dinámica de las tendencias o son generadoras de estas y firmas que no siguen tendencias porque son fieles a un estilo que tiene sus adeptos, seguidores de una estética de tribu urbana con la que se definen. Antes de comenzar el desfile de Asger Juel Larsen y viendo el público que aguardaba para verlo, te podías hacer una idea de lo que verías en pasarela. Vestidos como cuervos de asfalto, sus adeptos también sabían que Asger Juel Larsen no les decepcionaría. Y en efecto, una vez en el recinto donde se exhibió —uno de los pabellones industriales en Cristianshavn donde también hizo su presentación Henrik Vibskov— pase tras pase, la estética punk-gótica teñida básicamente de negro _ pero también con estampados en verde, chirriantes a la vista y algunos tonos neón_ tenía un sello reconocible propio de la firma. Las botas tipo Martens, pesadas, así como los tirantes anchos que colgaban de algunos pantalones y detalles como vistosas cremalleras, resultaban también determinantes para un estilo propio, heredero de punks y skinheads de suburbio. Por esto mismo y a pesar de que había conjuntos destacables compuestos de impecables chaquetas trench negras de hombros anchos para hombre, que se combinaban con pantalones slim, en general las propuestas resultaban ajenas a la dinámica y el flujo de la moda. Aunque, cómo no, también es el acierto de la firma y sus fans parecían disfrutar del espectáculo en donde no faltaba nada para que la atmósfera fuera idónea. El espíritu de la colección, con música en directo que marcaba el ritmo a los modelos, como zombificados, sobrevivía o más bien lidiaba con un mundo tóxico y urbano en el que de forma anónima, tratamos de sobrevivir.