La exposición colectiva ‘Perderse en los bosques’, protagonizada por Elena Bajo, Mónica Mays y Pedro Torres en la Twin Gallery de Madrid, propone una visión crítica y empática de la Naturaleza

Elena Bajo | Perderse en los bosques | Twin Gallery | StyleFeelFree
Obra: La Danza de las Amapolas de Opio, 2021 de © Elena Bajo | StyleFeelFree

La galería madrileña Twin Gallery presenta Perderse en los bosques, una exposición colectiva con algunas obras recientes de Elena Bajo, Mónica Mays y Pedro Torres. Todos los trabajos de estos artistas están desarrollados a partir de detalladas investigaciones en torno al mundo vegetal y nuestras relaciones con él. A su vez, despliegan historias que aspiran a trazar otros modos de existencia posibles en sintonía con la Naturaleza. Las obras de esta muestra rescatan así historias invisibilizadas que crean nuevos marcos epistemológicos más relacionados con lo mágico, lo vegetal y lo espiritual. En este sentido, el recorrido propuesto representa una polifonía temporal de historias. A través de ellas ampliamos imaginativamente otras posibilidades de pensar nuestra manera de estar en el mundo.

Elena Bajo, Pedro Torres y Mónica Mays son artistas que se mueven entre lo social y lo natural. Por un lado, la práctica multidisciplinaria de Bajo teje elementos tanto personales como políticos en materiales y movimientos, generando narrativas alternativas a través del arte. Su obra implica a la naturaleza y el cuerpo como entidad social que cuestiona su relación con las ecologías del capital. Por otro lado, Torres centra su práctica en temas relacionados con el tiempo, la distancia, la memoria, el lenguaje y la imagen. En cuanto a Mays su investigación se desarrolla entre la escultura, la instalación y la performance. De estos campos, sus trabajos más recientes se centran en el canibalismo entre naturaleza y cultura, paisajes anamórficos, mitologías prepatriarcales y el neobarroco.

Desorientaciones y mutuaciones

La colectiva Perderse en los bosques está compuesta a partir del término Bewilderment, que aparece en la obra Wild Things, The disorder of desire de Jack Halberstam. Este concepto surge de nociones precoloniales en relación a la orientación y navegación en el espacio. También habla de la sensación inmersiva de estar perdido y fundido en otros sistemas espacio-temporales, esto es, estar fuera del conocimiento convencional. En su raíz se encuentra la palabra wild (salvaje), utilizada para hablar de lo no cultivado. A su vez, conecta con formas de conocimiento más ligadas al amplio concepto de lo mágico, aquel que va de lo encantador a lo escalofriante. Este fascinante término nos aleja del camino convencional para perdernos en senderos alternativos. De esta forma, la desorientación se asume como punto de partida.

En otro término, Mónica Mays presenta dos piezas con el tulipán como protagonista. Forest & Shade ii, iii son bordados oníricos y neobarrocos de seda en forma de edredón. Esta obra juega a subvertir las diversas iconografías que ha asumido el tulipán a lo largo de los siglos. Para ello, Mays toma como punto de partida una historia real de trasfondo económico-social. Con ella hace referencia a un fenómeno del siglo XVII llamado tulipomanía. Este hecho convirtió esta flor en una moneda de cambio intercontinental. En consecuencia, los tulipanes comenzaron a mutar en forma y color, surgiendo los denominados tulipanes rotos. Su otra pieza, Bed, Unsayings está compuesta por objetos domésticos descartados, tulipanes en latón forjado e impresiones botánicas en seda de oveja cruda. Aquí, las formas domésticas sugieren un paisaje animista. La producción de Mays encarna historias nativas asociadas a dichos objetos, planteando una investigación de mitologías europeas prepatriarcales.

Manifiesto vegetal

La poeta Fanny Howe habla también de Bewilderment. Lo hace desde un punto de vista poético y ético en relación con el lenguaje y su capacidad mágica de crear mundos. Además, la palabra spell significa tanto deletrear o escribir, como hechizo. Donna Haraway escribió al respecto un texto en el que expresaba esta idea. “Importa qué mundos hacen mundos, qué mundos hacen historias”, manifestó la autora de Cyborg Manifesto. Bajo esta misma premisa, Elena Bajo presenta fragmentos de su último trabajo en proceso. Una Ola Creciente Rompe en la Orilla del Tiempo (Mañana Yo fui una Planta) propone las plantas medicinales como base de su relato. Las cerámicas y los cuadros actúan, de esta suerte, como gestos pictóricos proponiendo una relación con el cuerpo, sea humano o vegetal. Se trata de un proceso artístico autogenerado que sigue una trayectoria fractal. No sólo en el espacio, sino en el tiempo.

Igualmente, Pedro Torres acude a los helechos para desplegar una narrativa en varios formatos y superposiciones. Desde este proceder las propiedades mágicas de las plantas y la combinación de tiempos e historias se ponen en relación. Para ello, rescata leyendas de prácticas asociadas a la brujería en la Edad Media. Durante este periodo se usaba el té o semillas de helecho para lograr la invisibilidad. Recupera así la idea mística de la planta y la influencia que ha tenido en la vida humana. Esto lo contrapone a los modos en los que el colonialismo ha lidiado tradicionalmente con lo vegetal.

Mirar la naturaleza

Desde la Ilustración, los filósofos han concebido una idea de la Naturaleza grandiosa y pasiva que el hombre se ha empeñado en dominar y controlar. Esta actitud de dominancia ha traído una situación catastrófica para la vida en la Tierra. La naturaleza servía de telón de fondo para hablar de cuestiones morales del hombre. Solo los narradores de cuentos y fábulas se atrevieron a hablar de las relaciones y actividades entre los seres, humanos y no humanos. Surge la necesidad, entonces, de recuperar estas historias y poner en el punto de mira la importancia de cuidar estas relaciones.

Elena Bajo, Mónica Mays y Pedro Torres estudian las relaciones entre especies eliminando la necesidad de poner al hombre en el centro del universo. Este pensamiento lo comparten con autores como Michael Marder, Mónica Gagliano, Anna Lowenhaupt Tsing, o Emanuele Coccia. De esta forma, sugieren la urgencia de replantearse el modo en el que los seres humanos están en el mundo. Por otra parte, intentan promover un cambio de perspectiva y asumir una posición ecológica que atienda a las relaciones entre todos los seres vivos de manera completa. Por ello, trazan las múltiples historias existentes. No solo las humanas y animales, sino también los relatos de las plantas.
 

DATOS DE INTERÉS DE LA EXPOSICIÓN

Título: Perderse en los bosques
Artistas: Elena Bajo, Mónica Mays, Pedro Torres
Comisariado: Cristina Anglada
Lugar: Twin Gallery, San Hermenegildo 28 28015, Madrid
Fechas: 20 de enero al 26 de febrero de 2022
Horarios: De miércoles a viernes de 17:00 a 20:00. Sábados de 11:30 a 14:00. Fuera de horario pedir cita previa