Madre! | Bacanal apocalíptica 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Si entendemos ‘Madre!’ como alegoría de una coyuntura social en la que la mujer sigue sometida a un sistema patriarcal, es prodigiosa

Es comprensible el revuelo que está levantando Madre! de Darren Aronofsky. El problema, pienso, es que cabe la posibilidad de que los espectadores, según avanza, no sepan muy bien cómo encajarla, cuando todo parecía apuntar a ser un filme de género. Sin embargo, del thriller psicológico inicial que insinúa el de terror, Aronofsky, fiel al ideario de la magistral Réquiem por un sueño, acaba declinándose por un todo sustancial con el que abraza géneros y conceptos que colapsan en una bacanal apocalíptica.

Quizás los primeros minutos del filme recuerdan demasiado a la espléndida El resplandor de Stanley Kubrick, teniendo en cuenta que los dos personajes centrales masculinos son escritores, y que la claustrofobia que genera la casa, en ambas, convierte al espacio donde interactuar, en un personaje principal. Solventadas las primeras dudas, y viendo que las intenciones de Aranofsky difieren mucho de las de Kubrick, solo puedes imaginar que Madre! se resolverá, finalmente, transformándose en una suculenta película de terror, de más o menos rigor. Pero no. La película del realizador de Cisne negro es toda una sorpresa y a mitad de metraje ya te esperas cualquier cosa. Es entonces cuando el guion coge ritmo y empieza a desmadrarse. Hasta tal punto, que mi recepción personal me llevó a dibujar varias sonrisas en mi rostro en medio de los momentos más dramáticos, por inverosímiles e hiperbólicos. Estos acontecimientos, en cambio, van encontrando su sitio justo en el momento en el que el caos es tal, que invita a una reflexión, cuando se solventa. ¿No es también desternillante y/o absurda, en muchos casos, la realidad que nos descubren los medios informativos, aunque a veces sea tan solo lamentable?

Por supuesto Madre! puede atender a muchas lecturas. Se me ocurren algunas: lo difícil que resulta mantener los vínculos emocionales que giran en torno a la pareja, en sociedades hipercapitalizadas que nos han convertido a los seres humanos en meros objetos; la debacle ambiental y económica; los miedos psicológicos incentivados por las sociedades de la información; las crisis migratorias y el aumento vertiginoso de la población en los países más pobres; o el narcisismo que lleva a todo tipo de desórdenes, acuciados por las redes sociales. Por encima de todas ellas, en cambio, bajo mi punto de vista, prevalece una: Madre! es ante todo una dura crítica a la sociedad patriarcal, en forma de alegoría, que convierte a Jennifer Lawrence en una especie de mártir social [metafórico, entiéndase] en una sociedad que mientras, por lo que parece ser una moda en toda regla, busca rentables figuras femeninas que a primera vista, borren el problema de la discriminación por sexos, no hace nada por solventar la cuestión de base que hay que afrontar con programas educativos eficientes que no disfracen el problema para que parezca otra cosa. La insistencia de la cámara en mostrar el rostro en primer plano de Jennifer Lawrence, me parece suficiente razón para hacer esta lectura que convierte a la película en algo más que una cinta de entretenimiento que abre el debate. Como tiene que ser.

Tráiler de Madre! | StyleFeelFree Youtube