Salvaje | Las inconformidades femeninas en clave metafórica 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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En el contexto del 18 Festival de Cine Alemán, la película ‘Salvaje’ de Nicolette Krebitz, resultó ser un hallazgo de cinta, todavía sin distribución en España, que retrata las nuevas inconformidades femeninas surgidas en pasajes contemporáneos

De las películas proyectadas en el marco del Festival de Cine Alemán en su 18 edición, me gustaría destacar Salvaje  de Nicolette Krebitz, una sorpresa de película que bien podría haber sido un desvarío en toda regla por lo arriesgada de una temática que encuentra paralelismos con otras películas en las que la licantropía es protagonista, y que sin embargo aquí reluce en la construcción de su personaje femenino central. Un acierto de protagonista enmarcado en un guión que no deja respiro posible con un enfoque tan brutal como asombrosamente bien planteado. Un ardid necesario tras el que se dejan ver las crisis sociales protagonizadas por la mujer.

Pongámonos en situación para entender Salvaje  o, al menos, acerquémonos a una aproximación que me interesa rescatar de este arriesgado filme. La mujer en el siglo XXI. Después de todas las luchas feministas las mujeres parece que sexualmente nos hemos liberado, pero en el fondo, la liberalización es ficticia y solo ha traído una mayor cosificación. Al mismo tiempo, la mujer ha entrado en la escena laboral desde hace varias décadas. Pero, en muchos casos, ¿a qué precio? ¿Se valora realmente que esté cualificada sin un aval que la acredite? ¿Encuentra de la misma forma que el hombre trabajos que se ajusten a sus expectativas? ¿Tiene por ello que someterse, más que sus colegas masculinos, a ciertos tipos de acoso que son tabú en sociedades modernas? ¿Cómo compagina sus consensuados distintos roles sin ningún tipo de protección empresarial y/o política? Las crisis sociales que giran en torno a la mujer son amplias y complejas en sociedades modernas y contemporáneas, pero en lo cinematográfico, seguimos teniendo que conformarnos muchas veces con asentir ante personajes frívolos y muy artificiales pero sobradamente imitados, por eso de que la cultura audiovisual genera comportamientos. De ahí la importancia de rescatar y apoyar películas como Salvaje  que busca nuevos puntos de vista a las representaciones femeninas en el audiovisual. En este caso, desde un cariz fantástico, para potenciar un mensaje que es un aullido de lobo sobre la condición femenina, la soledad, la alienación y la desubicación cuando lo socialmente normativo se vive como un lugar de disidencia.

Posiblemente un sector de la crítica mirará Salvaje  con cierta displicencia. Hay escenas verdaderamente bestiales y con una carga erótica de acusado rango feminista. Krebitz parece estar dispuesta, con esta película, a saltarse todas las fronteras, a lidiar con tabúes, a retarse con el buen cine de etiqueta. La elección de la actriz Lilith Stangenberg en este contexto, no podía ser más acertada. Stangenberg interpreta con una naturalidad que se escaquea de los femeninos reglados por el starsystem, sin ampulosidades, con una tremenda fuerza que rehúye sensualidades artificiales siendo absolutamente arrolladora, irresistible y muy convincente en escenas que se escapan de la lógica. Una película que te arrastra y no te deja descanso. Pero hay que verla entendiendo lo metafórico que se vislumbra tras un guión ficcionado desde focos sociales que se perciben muy reales y acordes con la actualidad.
 

Tráiler de Salvaje | StyleFeelFree Youtube