El recuerdo de Marnie | Viaje interior 

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Rosana G. Alonso

Alma mater de SFF. Librepensadora observando las dinámicas sociales y culturales desde una perspectiva feminista que se abre a lxs otrxs

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Para su segundo largo animado Hiromasa Yonebayashi adapta el libro ‘Cuando Marnie estuvo allí’, un clásico infantil británico que se ajusta en ‘El recuerdo de Marnie’ a patrones clásicos del anime desenvolviéndose con gran competencia argumental

Adaptar el libro infantil Cuando Marnie estuvo allí  publicado en 1967 y escrito por Joan G. Robinson a una película animada no dejaba de ser una labor complicada que sin embargo parece amoldarse al anime como si se tratase de un manga. Aun cuando cambian las localizaciones de Inglaterra a Hokkaido en Japón y los personajes cobran vida animada con el sello que el estudio Ghibli [La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro, Ponyo en el acantilado, El viento se levanta, El cuento de la princesa Kaguya] ha patentado consiguiendo hacer nítida la fantasía, El recuerdo de Marnie  es un filme que nos guía a través de la oscuridad para mostrarnos la luz de la mano de Anna, una niña huérfana de 12 años que se adentra en un viaje interior poblado de extraños sucesos y personajes que le permiten reencontrarse con ella misma y descubrir que al final del túnel brilla el sol. En este viaje alegórico se encuentra con Marnie, una extraña criatura que siendo un excesivo estereotipo que se recrea en los conocidos moldes del manga que veneran lo caucásico, resulta efectivo como guía espiritual de Anna, una joven que se ha ido aislando de la sociedad por interrogantes no respondidos en torno a su identidad.

Desde el punto de vista argumental El recuerdo de Marnie  es una cinta que se vuelve constructiva y pertinente en la sociedad contemporánea. Anna es un personaje complejo y bien diseñado que en cambio, y a pesar de que la historia se resuelve en patrones clásicos que recuerdan a la versión anime del manga Candy Candy, resulta comprometida con valores actuales. Por ello, es fácil, como espectador, empatizar con la protagonista, con sus interrogantes y dudas existenciales. El magnífico paso de la oscuridad a la luz al que nos vemos arrastrados convierte por otra parte a El recuerdo de Marnie  en una obra de anime destacable que además es un modelo de referencia a la hora de enfrentarse con éxito a cualquier novela que pretenda adaptarse al anime y salir airosa del desafío.