Rosana G. Alonso
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Con la figura enigmática de Snowden como portavoz, en el documental ‘Citizenfour’ de Laura Poitras, asistimos a una de las revelaciones más importantes del siglo XXI

citizenfour | stylefeelfree
Fotograma de Citizenfour | StyleFeelFree

¿Y si un día fueses la cabeza de turco idónea para un plan perverso? Cuidado, ¡estás siendo vigilado! Ese es el mensaje de Citizenfour. O más bien, alguna de sus posibles interpretaciones en el nuevo documental de Laura Poitras que no ha tenido reparos en poner sobre la mesa otros temas candentes como los que reveló en My Country (2006), centrado en la guerra de Irak o The Oath (2010) sobre Guantánamo. Estos dos, junto con Citizenfour, forman parte de una trilogía, ahora finiquitada, sobre las consecuencias del 11S.

Todo ocurre en una habitación de hotel en Hong Kong. Cuántas confidencias se habrán realizado en hoteles anónimos. Pero estas, las que se retratan aquí, son de primer orden. Edward Snowden, ahora enemigo público nº 1 de EEUU, es el protagonista de esta historia que surgió después de que él mismo contactara con Laura Poitras haciéndose pasar por citizenfour  para revelarle la información que cambió nuestra forma de ver el mundo. Claro que hace ya algún tiempo que sabemos de esa información. Desde que él mismo decidiera revelar a la prensa cómo éramos víctimas de la vigilancia gubernamental violándose así nuestro derecho a la privacidad. El periodista de The Guardian que escribió la historia en los medios, Glenn Greenwald, es el otro eslabón del documental. La cinta cuenta, precisamente, cómo Snowden decidió dar a conocer a la sociedad lo que consideraba información de interés público. Esto es, que estaba siendo vigilada por el gobierno de los EEUU a través de su agencia de inteligencia para la seguridad nacional respaldada por la ley patriótica redactada tras los atentados del 11S.

Y porque ha pasado algún tiempo desde que en 2013 citizenfour  (Edward Snowden) diera el bombazo, este documental llega en un momento idóneo, para refrescarnos las consecuencias de ese control por mucho que quieran convencernos de que es necesario para evitar el terrorismo. Un aviso para que no olvidemos que nuestra identidad está encapsulada en metadatos que viajan en redes y que en nuestra vida normal no parecen interferir en nada de lo que nos acontece. Hasta que un día, supongamos, seamos la pieza del puzle que encaja para llevar a cabo un plan perverso. Por ejemplo. Imaginemos, por un instante, que ese día estamos en el lugar equivocado en el momento equivocado y que esos metadatos tengan evidencias para inculparnos en algo o meternos en una historia que no desearíamos. Podría haber pruebas determinantes. Un billete de metro que hemos comprado con nuestra tarjeta de crédito, nuestro smartphone que indica que estamos en un lugar a una hora determinada, todas las compras con esa misma tarjeta de crédito… Se pueden cruzar datos con otros similares para extraer más datos y así llegar a saber con quién hemos quedado o si estábamos solos. Al final resulta que somos la cabeza de turco ideal para unos fines perversos. Eso sin tener en cuenta el espionaje industrial. Nuestros datos unidos a miles de datos para hacer estadísticas de lo que petaría en el mercado, de lo que deseamos sin ni siquiera ser conscientes. ¿Realmente no nos importa? ¿No nos importa que nuestras conversaciones puedan ser escuchadas, nuestras fotos vistas, que sepan cada página que visitamos en la web, dónde estamos a cada momento, nuestras fobias, nuestros anhelos, sueños y desvelos? ¿Qué sentido tiene entonces nuestra identidad?

Además de todas estas revelaciones y las que nos sugieren, está la figura de Snowden, enigmática. Parte de ese enigma, embellecido por planos que lo muestran con un perfil especialmente atractivo, queda también puesto de manifiesto en el filme. Pero lo más interesante, independientemente de ese misterio que no nos deja ver más allá de la heroicidad, en citizenfour  están las evidencias, que son lo significativo del valor del metraje. Y esas evidencias, además, no dejan de ser los datos más importantes revelados en mucho tiempo, los que nos pusieron sobre aviso  hacia dónde vamos y cómo los estados, como en esa exposición de la discordia en el MACBA, La bestia y el soberano  se comportan como monarcas todopoderosos que hacen y deshacen a su antojo comportándose como una empresa privada con marca propia, la de las siglas que llevan el nombre de un partido avalado por una democracia casi, casi, insostenible.
 

Tráiler de Citizenfour de Laura Poitras | StyleFeelFree Youtube

FICHA TÉCNICA
Título original: Citizenfour (documental)
Dirección: Laura Poitras
Participan: Edward Snowden, Glenn Greenwald, Ewen MacAskill
Fecha de estreno España: 27 de Marzo de 2015
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